Tamara Ruiz, “Somos más proactivos y muy buenos para estudiar”
Esta joven profesional siempre destacó por sus buenas notas por lo que el año 2011 se le entregó el Premio “Marco Orrego Puelma” del Instituto de Ingenieros de Chile, por su destacado trabajo de titulación y su trayectoria como alumna de la carrera.
A través de una llamada telefónica nos contactamos con Tamara Ruiz, ex alumna de la EIC, quien se desempeña hace 3 años en la Metalúrgica Arrigoni, una de las más grandes del país, específicamente en el área de proceso que se encarga de detallar los planos de conexión y montaje para la fabricación. En estos momentos la joven profesional se encuentra con postnatal, pero gentilmente nos concedió algunos minutos de su tiempo para contarnos sobre su vida como estudiante de la PUCV.
Los primeros meses de Tamara en Ingeniería Civil fueron bastante difíciles, primero porque su deseo era estudiar licenciatura en física o matemáticas pero presiones en su hogar no le permitieron seguir por ese camino, y segundo porque optó por una carrera de la que no tenía mucho conocimiento, “reconozco que al comienzo no tenía muy claro de qué se trataba, no es como informática o electricidad, Ingeniería Civil es mucho más amplia. El primer año no estaba muy conectada, iba a clases, estudiaba, pero como la mayoría eran ramos de matemáticas no había mucha claridad sobre el trabajo que más adelante íbamos a desarrollar”.
La profesional de 27 años confiesa que el segundo año no fue mejor, “a la espera de mi primer hijo se sumaron algunos problemas como por ejemplo que nuestra carrera era nueva, no tenía escuela, y nos empezamos a desencantar, incluso a algunos de mis compañeros se les pasó por la cabeza cambiarse, pero después de hacer mi primera práctica descubrí que la carrera es muy bonita”.
Trabajar en bancos, relacionarse con metalúrgica, determinar la estabilidad de los suelos, impartir clases como docente, son algunas de las áreas en las que se puede desempeñar un ingeniero civil. Tamara fue descubriendo estas opciones mientras avanzaba en su carrera, lo que permitió que sus dudas se disiparan por lo que ahora no se arrepiente de haber optado por Ingeniería Civil en la PUCV. “Si bien tenemos algunas falencias, sobretodo los primeros que ingresamos, hay que reconocer que tenemos un sello que nos diferencia de los titulados de otras universidades y es que somos más proactivos y muy buenos para estudiar porque tenemos claro que hay cosas que no sabemos”.
Con el pasar de los años la escuela ha mejorado, y esto lo han notado los ex alumnos. La inversión ha crecido, “los problemas se subsanaron, y las nuevas generaciones tiene excelentes herramientas para competir de igual a igual con profesionales de otras universidades. Además, al ser una carrera nueva que intenta meterte en el mercado, se ha encargado de innovar y eso se nota en la formación de los titulados”.
Otro plus que reconoce la profesional es el lado humano que los estudiantes de la PUCV desarrollan, y que no es visible en titulados de otras casas de estudio, “recuerdo que con mis compañeros éramos bien compinches, andábamos para todos lados juntos, entre nosotros no nos veíamos como competencia. Cuando sales al mundo laboral y te relacionas con otros ingenieros te das cuenta que son muy competitivos”.
Reconocimiento a su buen desempeño
Cuando llamaron a Tamara para informarle que había sido la mejor titulada de su generación no lo podía creer. Si bien al principio se preocupaba por estudiar y obtener buenas calificaciones, al quedar embarazada sus prioridades cambiaron y, aunque le daba importancia a sus estudios, el tiempo no la acompañaba así que se esforzaba sólo por aprobar las asignaturas.
“Fui la mejor egresada junto a un compañero de mi promoción. No sé cómo explicar lo que sentí en ese momento, fue como doblarle la mano al destino. Terminé mis estudios por mi hijo, para darle una buena vida, y como te comentaba no me preocupaba mucho por las notas pero sí por asistir a clases y pasar los ramos, tenía una beca de la PUCV y no la podía perder porque no tenía dinero para costear la universidad”.
El 2011 esta joven profesional recibió el Premio “Marco Orrego Puelma” del Instituto de Ingenieros de Chile, por su destacado trabajo de titulación y su trayectoria como alumna de la carrera. “Por suerte recibí apoyo de mis padres, de mi pareja y compañeros. Debo admitir que los últimos 4 años de carrera corrimos de un lado para otro, y hubo momentos en los cuales simplemente no podía juntarme con mi grupo de estudios, pero ellos entendían y también me ayudaban. En esos momentos sentí el compañerismo y el apoyo de todos”.