Discurso en Ceremonia de Título 2014, Ingeniero Civil Fortunato Oneto
Los años no han pasado en vano, y contentos hoy celebramos el fruto de nuestro trabajo.
No es fácil terminar la Universidad, no es ningún secreto, especialmente carreras de Ingeniería, donde la exigencia es alta.
Hoy, nos encontramos en el último hito que finaliza un proceso largo de estudio, pero también de anécdotas, algunas alegres, otras tristes, como es la vida.
Y hablando de anécdotas, hay una quiero compartir, mi primer día de Universidad. Recuerdo haberme levantado ese día con la alegría de un triunfador, quede en la carrera que quería y en la Universidad que coloque como primera opción en el proceso de postulación. Ese día comenzó a las 8:30 en el cuarto piso de la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Ahí nos amontonamos alrededor de noventa estudiantes, de distintas partes de chile; en ese momento hicimos nuestras primeras amistades. Ese día conocimos las dependencias de la Facultad, conocimos, por ejemplo, la biblioteca, laberinto de etiquetas que se convirtió a ojos cerrados en el catálogo de consulta obligatorio ante cualquier duda, en otras circunstancias, en el salvavidas que necesitábamos en ese momento para entender la materia que estábamos estudiando, y por qué no decirlo, también fue un lugar de descanso, quien no fue a dormir un par de horas a los sillones.¿?, hay recuerdos que vivirán solo en nuestra memoria, como la terraza del quinto piso, un lugar ideal para estudiar y distraer la mente cansada perdiendo la mirada en el reflejo del sol en el mar o escuchando el resonar de las bocinas de los barcos al entrar o salir de nuestro puerto. Después del recorrido por la Facultad, llego lo divertido, conocimos al Centro de Alumnos, ellos prepararon actividades que nos permitieron conocer a nuestros compañeros y darnos a conocer. La Torre, el huevo, marchas, la Quinta Copton, congresos, peñas, asambleas,.. Son algunas palabras que traen a nuestras mentes tantos recuerdos. Finalmente vino una clase inspiradora de uno de los profesores de la carrera, en ella soñamos con lo que ahora somos, Ingenieros. Luego unas palabras del director de la carrera anunciaban el cierre de la jornada que finalizó con unas palabras de un representante de la iglesia.
En el transcurso de nuestra vida universitaria tuvimos la posibilidad de lograr buenas amistades. Junto a ellos compartimos días y noches enteras, nos apoyamos, nos reímos, estudiamos, estudiamos y estudiamos juntos. Que esos lazos no se rompan.
Como estudiante de la universidad tuve la oportunidad de compartir con estudiantes de distintas carreras, como derecho, filosofía, pedagogía e ingeniería comercial, compitiendo en el equipo competitivo de debate que tantos premios y reconocimientos trajo a la PUCV. Compartí también con estudiantes de pedagogía y humanidades, integrando agrupaciones como la Red Alerta que busca informar de temas tan embarazosos pero cotidianos como la sexualidad. Haber sido el presidente del centro de alumnos y representar a mis compañeros de Ingeniería Civil ante otros centros de alumnos, las autoridades y la sociedad fue una de las experiencias más exigentes pero gratificante de las que he participado. Y así tantas otras oportunidades de desarrollarnos en distintos ámbitos de la vida universitaria.
Pero no todos hemos recorrido el mismo camino, amigos como Pablo, Nelson, Camilo, entre otros, han año tras año aportado al aprendizaje de nuestros compañeros mediante las ayudantías y ello los ha posicionado como referentes en distintas asignaturas. Otros han destacado en deportes, ganando campeonatos y haciéndonos sentir orgullosos de nuestra carrera.
La Universidad la hemos construido todos juntos, y hoy una parte de ella la deja.
Este camino, a ratos muy difícil, lo hemos podido sobrellevar mediante la compañía de personas significativas en nuestras vidas, y a ellos, creo que debemos en este momento, darles un fuerte aplauso.
Particularmente quiero en esta instancia agradecer a mi familia, pareja y amigos.
También debemos agradecer a nuestros profesores, administrativos y autoridades. Sin duda cada uno de nosotros encontró en algún profesor un ejemplo a seguir. A ellos, también darles un gran aplauso.
Lo que nos espera en el futuro está en nuestras manos.
Creo que todos aquí, estamos llamados al éxito en nuestras vidas y espero, de todo corazón, que todos lo logremos.
Hoy nuestra formación y nuestras habilidades se transforman en las alas que nos llevaran tan alto o lejos como nosotros queramos.
Los éxitos que cosechemos serán fruto de nuestro trabajo, sin embargo independiente del área en que nos desarrollemos los llamo a que sus frutos no solo los alimenten a ustedes, sino que esos frutos formen el paraíso del que todos nos podamos beneficiar. Que cuando nos pregunten donde estudiamos, sepamos apreciar que decir en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, significa más que una pizarra, libros y profesores. Significa compromiso, capacidad de reflexionar y humanidad.
Fortunato Oneto Zarate
Ingeniero Civil
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso