EIC otorga reconocimiento por su aporte académico y formativo al profesor Ernesto Urbina Verdugo
El profesor Ernesto Urbina es Ingeniero Mecánico de la PUCV y Magíster en Metalurgia, Física y Mecánica de la Universidad de Navarra, España.
En el marco del II Seminario de Ingeniería Civil (II SEMIC), la Escuela de Ingeniería Civil realizó un emotivo reconocimiento académico al profesor Ernesto Urbina.
En la ocasión, Alejandro López Alvarado, director de la Escuela, reconoció durante su discurso inaugural, la trayectoria profesional, el aporte en la creación de la carrera de Ingeniería Civil y la labor docente que el profesor Urbina ha desarrollado en sus 44 años de docencia.
“Durante este contexto conmemorativo y de aniversario, no podemos dejar pasar el aporte significativo que ha tenido Ernesto en la fundación de esta carrera y posteriormente, en la creación de la Escuela. Pero por sobre toda las cosas, sus años de ejercicio y dedicación en la docencia universitaria”, sostuvo el director de la EIC.
TRAYECTORIA
Ernesto Urbina Verdugo, o más conocido como “profe Urbina” en las aulas y pasillos de la Escuela y Facultad de Ingeniería, egresó el año 1970 como Ingeniero Mecánico de la PUCV. Ya desde sus años como estudiante, guiñó su ojo por la docencia universitaria, ejerciendo durante tres años como ayudante de la asignatura Dibujo de Ingeniería para ingresar como docente de su Escuela al año siguiente.
Fue quizás la relativa autonomía en dicho contexto, o la maestría adquirida por tales conocimientos, que despertaron su vocación formativa. O como él declara, “más que ayudante, cultivé la labor docente desde esos años, ya que no existía profesor para dicha materia que yo conocía bastante bien. Me agradaba y era fácil transmitir tales conocimientos”.
Luego de desempeñarse en los diversos cargos administrativos de la Escuela de Ingeniería Mecánica, incluido el de director (1987 – 1990), y entre tanto cursar estudios de Metalurgia Física y Mecánica en el Centro de Investigaciones Técnicas de la Universidad de Navarra, obtiene la jerarquía de profesor titular de la PUCV el año 1993.
A comienzos de 1997, por encargo del decano de esa época, Feliciano Tomarelli, desarrolló el proyecto de creación de la carrera de Ingeniería Civil. Idea que comenzó a gestarse en 1993 y se plasmó en un Acuerdo del Consejo de la Facultad de Ingeniería en orden a proponer a la autoridad superior dicha creación junto al otorgamiento del título de Ingeniero Civil.
Posteriormente, como secretario de la Facultad y secretario ejecutivo de la Comisión Administradora de la carrera de Ingeniería, presidida por el decano, participa activamente en su desarrollo, desde su puesta en marcha el año 2004, hasta su creación definitiva.
Y en consecuencia, la historia sobre dicha gestión se vuelve tangible. No sólo en el ámbito de la creación, sino del curso de una carrera que instruye profesionales con profundo y riguroso conocimiento sobre su ámbito de estudio.
“La carrera ha tenido un muy buen desarrollo en los años que lleva activa. Sobre todo desde el punto de vista de sus egresados. En corto tiempo, ellos han logrado posicionarse en el mercado laboral, además de prestigio tanto a nivel laboral como entre sus pares que reconocen su desempeño y especificidad en la materia”, expresa al respecto el profesor Urbina.
Sumado a lo anterior, sostiene que sus años como docente le han permitido visualizar que “los estudiantes que ingresan a la carrera son bastante buenos. La mayoría de ellos tienen bastante claro cuál es el perfil de la carrera, y ello corresponde a una ventaja comparativa”.
RECONOCIMIENTO EIC
Si bien el profesor revela que el reconocimiento más plausible es aquel que le practican a diario sus estudiantes en la sala de clases y que por otra parte, son reafirmadas en la encuesta docente de fin de semestre, la distinción efectuada por la EIC es asimismo oficiosa.
“Me sentí muy halagado desde el punto de vista de entender que lo que he estado haciendo durante estos años en la carrera de Ingeniería Civil, tiene relación con algo muy profundo, que es la satisfacción de vivir algo que se ideó, se pensó y desarrolló con mucho cariño y sacrificio y que hoy está dando frutoS y prestigio a la institución”, manifiesta.
En resumidas cuentas, “estoy agradecido”, concluye.